This post was most recently updated on December 22nd, 2023
Google Tag Manager (GTM) es una potente herramienta que, al igual que muchos otros productos de Google, hace exactamente lo que su nombre indica: gestionar etiquetas. En este caso, las “etiquetas” se refieren a códigos y fragmentos de código que permiten analizar y medir el tráfico y los usuarios.
En cierto modo, Tag Manager hace para las etiquetas lo que Ad Manager hace para las fuentes de demanda de anuncios; organiza las etiquetas de anuncios de Google, Google Analytics y fuentes de terceros en una colección de etiquetas llamadas contenedores con el fin de agilizar tu sitio. Desde el Administrador de etiquetas, puede organizar sus etiquetas, configurar activadores (que hacen que la etiqueta cuente y/o realice una acción cuando se produce un evento) y crear variables para simplificar el diseño de las etiquetas.
Pero, ¿qué es lo mejor que se puede hacer una vez que se decide utilizar el poder de GTM? Aquí hemos reunido algunas de las mejores prácticas para ayudarle a tener éxito.
En realidad, este es un consejo que abarca todos los productos de Google, especialmente en el espacio publicitario. Incluso si eres la única persona en la cuenta, asegúrate de establecer contraseñas de recuperación y saber qué hacer en caso de que pierdas el acceso a tu cuenta.
Si formas parte de un equipo, establece quién tendrá acceso y qué ocurre en caso de que alguien abandone el equipo. Separar un producto como GTM suele ser una buena idea, es decir, crear una cuenta de Google dedicada a gestionar GTM. Esto limita los problemas de seguridad de los usuarios que tienen acceso a otros productos de Google bajo la misma cuenta.
¿Cuáles son los objetivos de la empresa o del sitio web? ¿Qué información esperas extraer de tus etiquetas y de los informes que generan, y cómo ayudarán a los objetivos de tu sitio web? Crear etiquetas a ciegas sin una estructura o dirección clara conducirá a una complicación excesiva, y será más difícil analizar lo que se ha hecho. Esto podría consistir en una visita típica de un cliente al sitio web: ¿qué interacciones podría tener? ¿Dónde hay que colocar un evento desencadenante? Los diagramas y organigramas también pueden ser útiles.
Una cuenta GTM se compone de contenedores. Una cuenta con un sitio web puede tener solo un contenedor, mientras que un conjunto de dominios más complicado puede tener muchos. Un contenedor contiene el código Java que debe colocarse en el código-fuente. La mejor práctica sugerida por Google es un contenedor por sitio/dominio, a menos que la experiencia del usuario pueda fluir a otros dominios en la misma visita.
Por ejemplo, si estás gestionando un sitio de noticias deportivas y un sitio de resultados deportivos en el que el usuario podría ir y venir entre sitios, un solo contenedor puede ser apropiado.
Incluso si el sitio, o tu uso previsto para GTM, es bastante simple, es aconsejable una convención de nomenclatura sólida. Esto es válido para casi todo lo relacionado con la programación, el diseño del sitio e incluso los archivos guardados en el ordenador, por lo que es un buen hábito para empezar, y ya puedes hacerlo de forma automática. Con GTM y la cantidad de etiquetas y eventos que se pueden acumular, es muy importante que los nombres sean lógicos para evitar errores y confusiones.
GTM permite hacer cosas como establecer constantes, tablas de búsqueda y plantillas personalizadas. Las constantes son útiles para establecer cosas como los ID de las cuentas o los códigos de las propiedades una vez y aplicarlos a cada etiqueta, con la ventaja de que si cambian en el futuro solo hay que cambiarlos una vez en la constante. Las tablas de consulta permiten asignar múltiples valores de entrada a variables de salida sin necesidad de crear etiquetas separadas, lo que reduce la complejidad y la carga de trabajo. Las plantillas personalizadas son útiles incluso para los codificadores consumados, ya que permiten ahorrar tiempo.
Otra función importante es la capa de datos. No es un concepto sencillo de explicar, puesto que no es visible en el sitio, pero es un lugar donde se almacenan temporalmente los datos generados por las interacciones de los usuarios con el sitio a los que GTM puede acceder y, en consecuencia, desencadenar/registrar/disparar eventos. Las plantillas personalizadas pueden añadir datos a la capa de datos, o incluso plugins de terceros.
Todo esto puede complicarse muy rápidamente, así que nuestro consejo es que no intentes aprenderlo todo de una vez; formula un plan, como se menciona en el punto 2, y averigua lo que necesitas para llevar a cabo ese plan. Si no está familiarizado con una técnica necesaria para lograr su objetivo, puede investigarla y tener un caso de uso activo debería ayudar a comprenderla.
Después de implementar las etiquetas, asegúrate de que están haciendo lo que se supone que deben hacer. ¿Se registran correctamente los eventos? ¿Sigue funcionando el sitio como debería? Los administradores de etiquetas utilizan scripts que se ejecutan en una página, por lo que una configuración de etiquetas mal implementada puede tener un impacto en el rendimiento del sitio.
También puedes considerar la posibilidad de implementar sus nuevas etiquetas en un sitio de prueba primero, con el fin de realizar pruebas de velocidad. GTM también cuenta con un modo de vista previa en el que puedes probar si tus etiquetas funcionan como deberían.
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